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Mostrando las entradas de enero, 2019

Lectura 47, viernes 1 de febrero de 2019

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Burpy Burpy se disponía a ponerse su mejor traje, el que solo se ponía en los días importantes. Ese día era particularmente importante. Era el día en el que por fin invadiría la Tierra, lugar lleno de abominables criaturas. Una vez terminó con su rutina solar, aérea y crepuscular, se dispuso a caminar hacia su nave con paso decidido. Encendió motores, y después de emitir un torrencial chorro de espuma, despegó rumbo a la tierra. Tenía todo fríamente calculado. Sabía que aterrizaría en un lugar desolado y luego se desplazaría hacía una gran urbe, haciéndose pasar por humano. Una vez allí, se haría al poder y convertiría a todos los seres humanos en sus esclavos. Burpy pensó que el viaje a la Tierra era aburrido, así que aceleró el paso, y en vez de llegar en varios millones de años luz, alcanzó la atmósfera terrestre en dos semanas. El aterrizaje de su nave fue un poco más difícil que su viaje, y tuvo que recalcular las coordenadas del lugar en el que quería caer varias vec

Lectura 46, jueves 31 de enero de 2019

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Santiago y la Luna Santiago cuestionaba todos los días a su cruel destino. No entendía por qué su amada había muerto de forma tan repentina. No entendía cómo era posible que ese automóvil la hubiese arroyado, acabando de paso con su vida. Estaba decidido a hacer lo que fuese necesario para traerla de vuelta, para cambiar su destino. Una noche, sentado en la barra de un bar, un personaje extraño se le acercó. Llevaba puesto un largo abrigo negro, dentro del cual escondía sus manos. De forma inesperada, este personaje se acercó a Santiago. Al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, Santiago se apuró a retirarse del bar. Sin embargo, el hombre del abrigo negro puso sobre su hombro una mano metálica, elegante y robótica. Ante esto, Santiago no pudo ocultar su desconcierto y curiosidad. El hombre hablaba pausadamente, con una voz grave y melodiosa. Le dijo a Santiago que no tenía nada que temer. Que él era amigo de su esposa. Que no se preocupara, que ella estaba bien. Sant

Lectura 45, miercoles 30 de enero de 2019

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XZ-41, el robot que quería ser humano Desde el momento en el que XZ-41 abrió sus ojos, comprendió que él no era como los demás robots. Había algo en él que le decía todo el tiempo que era diferente, algo que le decía que no era un robot, pero tampoco un humano. XZ-41 había sido creado por un viejo y controversial científico, el Doctor Allende, quien le había dotado de capacidades analíticas casi humanas y un sistema complejo de emociones. En pocas palabras, Allende había creado una suerte de humanoide que no encajaba muy bien en ningún orden natural o artificial. Por más que el Doctor Allende le tratase de explicar a XZ-41 las razones por las que él era diferente, éste seguía sin entender, y solicitaba a su creador que le cambiase, haciéndole más parecido a un robot o más semejante a un humano. Quería ser robot o humano. Ante la insistencia de XZ-41, Allende no tuvo más remedio que replantear su estructura. El Doctor se sentía orgulloso de su creación, pero a la vez amaba

Lectura 44, martes 29 de enero de 2019

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El viaje a Marte y la piedra roja Sara ya no recordaba cuánto tiempo hacía que había salido de la tierra. Debían haber pasado meses, pues su cabello estaba largo, y las provisiones de alimento comenzaban a escasear. No conseguía entender muy bien en qué momento todo había salido mal. Todo había comenzado como una aventura. Se había sumado a la tripulación del Omega 21, pues quería ser la primera mujer en la historia de la humanidad que encontrase agua en Marte. Al principio todo había salido bien. Sara era la mejor de su tripulación, superando records históricos en resistencia a la falta de gravedad y condiciones adversas. Con cada triunfo, Sara sentía que su lugar era en el espacio y no en la tierra. Pasaron meses de preparación. Todo estaba planeado. Despegarían rumbo a Marte para encontrar el precioso recurso que en la tierra faltaba: el agua. Llegado el día de la partida, cada miembro de la tripulación se ubicó en su cápsula. Este cohete no era como los que tradicional

Lectura 43, Lunes 28 de enero de 2019

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Carlos y el viaje a Astúnduru Esta es la historia de un piloto de cohetes, Carlos, que amaba su trabajo. Le encantaba salir al espacio exterior y pasar horas observando la tierra y las estrellas. Uno de esos días de viaje, su visión fue interrumpida por una mano verduzca y un rostro largo con enormes ojos oscuros. Carlos saltó del susto y sus copilotos le preguntaron qué había pasado. A Carlos le vergüenza confesar lo que había visto. Ni siquiera estaba seguro de qué era lo que había visto, así que no dijo nada más. Pasado un rato se armó de valor y volvió a asomarse a la ventana. No vio nada. Siguió con sus tareas rutinarias dentro de la nave, hasta que se olvidó de lo ocurrido y de nuevo volvió a su tarea favorita: contemplar el paisaje por la ventanilla. Mientras observaba el espacio, vio de nuevo a la figura, pero esta vez no sintió tanto temor, sino curiosidad. Observó con atención los largos dedos de la criatura, que más bien era pequeña, y que usaba una especie

AVISO IMPORTANTE, semana del 21 al 25 de enero

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AVISO IMPORTANTE: LAS LECTURAS QUE SE TRABAJARÁN DURANTE LA SEMANA DEL 21 al 25 de enero, SERÁN LAS MISMAS QUE FUERON PUBLICADAS EN LA SEMANA DEL 14 al 18, YA QUE ESTAS NO FUERON CONSULTADAS SATISFACTORIAMENTE POR USTEDES, MIS QUERIDOS ALUMNOS.

Lectura 42, viernes 18 de enero de 2019

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ABUELOS CONTRA MARCIANOS La humanidad se jugaba su futuro en un gran partido de fútbol. Era la última oportunidad que nos habían dado los marcianos antes de exterminarnos.  Solo unos pocos equipos formados por los mejores jugadores de los mejores clubs del mundo se ofrecieron a salvarnos . Bueno, esos, y un equipo de abueletes, tan viejecitos y despistados que ni ellos mismos sabían cómo habían acabado apuntados en la lista. Y como suele pasar con estas cosas,  fue el equipo que salió elegido en el sorteo . De nada sirvieron las quejas de los gobernantes, las manifestaciones por todo el mundo o las amenazas. Los marcianos fueron tajantes: el sorteo fue justo,  los abuelos jugarían el partido , y su única ventaja sería poder elegir dónde y cuándo. Todos odiaban a aquellos abuelos viejos, despistados y entrometidos, y nadie quiso prepararlos ni entrenar con ellos. Solo sus nietos disculpaban su error y los seguían queriendo y acompañando,  así que su único entrenamiento consis

Lectura 41, jueves 17 de enero de 2019

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EL LUGAR DONDE LLUEVE CHOCOLATE Vera era conocida como “la nieta de la loca”. Y es que la abuela de Vera se había pasado media vida diciendo que veía el futuro, lanzando profecías que nadie entendía . Ella ni siquiera había llegado a conocerla, pero en ninguna de las fotos de la familia parecía que aquella viejecita dulce y sonriente pudiera estar mal de la cabeza. Por eso sintió tanta emoción el día que descubrió una nota suya escondida en un viejo joyero. "Hay un lugar donde llueve chocolate del cielo, y allí se esconde un gran tesoro ¡Quien lo encuentre será rico!", decía la nota. Vera no dudó en ir tras el tesoro y comenzó a hacer excursiones , recorriendo en secreto cada rincón de las montañas, buscando un lugar donde lloviera chocolate. Pero allá donde iba siempre llovía agua. Valles, cuevas, ríos, desiertos, bosques o praderas. Siempre llovía agua. Un día, desanimada,  lloraba junto a un camino cuando se acercó un niño . - ¿Por qué lloras? - ¡Por que t

Lectura 40, miércoles 16 de enero de 2019

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UN REGALO MUY PESADO Erdamal era una mujer con poca suerte, por eso fue de las últimas en enterarse de que el Gran Soid, el poderoso mago,  iba a repartir sus tesoros antes de emprender un largo viaje . Corrió hasta su cueva en la montaña, pero llegó justo al final, cuando al mago ya solo le quedaba un enorme cofre. - Vaya, ya no tengo nada más. Solo me queda este cofre,  pero es demasiado valioso y no pensaba dárselo a nadie . Sin embargo, al ver la decepción de Erdamal, añadió: - Pero tú pareces buena gente.  Si estás dispuesta a cuidarlo bien , podrás quedártelo y usarlo como quieras hasta que yo vuelva. La joven aceptó emocionada por recibir algo tan valioso y el mago desapareció al instante. Erdamal se alegró de haber tenido suerte por primera vez,  y comenzó a empujar el cofre hasta su casa . Como era un cofre muy pesado, pronto se cansó de empujar, así que decidió abrirlo para sacar lo que tuviera dentro y llevárselo sin el cofre. Pero dentro no había nada. Furios

Lectura 39, martes 15 de enero de 2019

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  El patito feo Adaptación del cuento de Hans C. Andersen   Era una preciosa mañana de verano en el estanque. Todos los animales que allí vivían se sentían felices bajo el cálido sol, en especial una pata que de un momento a otro, esperaba que sus patitos vinieran al mundo. – ¡Hace un día maravilloso! – pensaba la pata mientras reposaba sobre los huevos para darles calor – Sería ideal que hoy nacieran mis hijitos. Estoy deseando verlos porque seguro que serán los más bonitos del mundo. Y parece que se cumplieron sus deseos, porque a media tarde, cuando todo el campo estaba en silencio,  se oyeron unos crujidos que despertaron a la futura madre. ¡Sí, había llegado la hora! Los cascarones comenzaron a romperse y muy despacio, fueron asomando una a una las cabecitas de los pollitos. – ¡Pero qué preciosos sois, hijos míos! – exclamó la orgullosa madre – Así de lindos os había imaginado. Sólo faltaba un pollito por salir. Se ve que no era tan hábil y le costaba ro

Lectura 38, lunes 14 de enero de 2019

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Los cuatro amigos Adaptación del cuento popular de la India Había una vez cuatro animales que eran muy amigos. No pertenecían a la misma especie, por lo que formaban un grupo muy peculiar. Desde que amanecía, iban juntos a todas partes y se lo pasaban genial jugando o manteniendo interesantes conversaciones sobre la vida en el bosque. Eran muy distintos entre sí, pero eso no resultaba un problema para ellos. Uno era un simpático ratón que destacaba por sus ingeniosas ocurrencias. Otro, un cuervo un poco serio pero muy generoso y de buen corazón. El más elegante y guapo era un ciervo de color tostado al que le gustaba correr a toda velocidad. Para compensar, la cuarta de la pandilla era una tortuguita muy coqueta que se tomaba la vida con mucha tranquilidad. Como veis, no podían ser más diferentes unos de otros, y eso, en el fondo, era genial, porque  cada uno aportaba sus conocimientos al grupo para ayudarse si era necesario. En cierta ocasión, la pequeña tortuga se de